Lección 22

LA SANTA CIUDAD

En Hebreos 11:16 dice que Dios ha preparado una ciudad para sus fieles y en Apocalipsis 3:12 se nos revela su nombre: Nueva Jerusalén. Esta descenderá a la tierra al final del milenio (Apocalipsis 21:2, 10; Zacarías 14:1, 4, 5, 10).

Tratar de imaginar lo que será habitar en la Nueva Jerusalén es un verdadero desafío a la imaginación. Pero esa ciudad es real. Nuestro Señor Jesucristo prometió un lugar para cada creyente fiel cuando dijo que iba a preparar lugar y vendría otra vez (Juan 14:1-3).

Pablo también dice: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman (1 Corintios 2:9). El solo hecho de saber que no entrará en ella ninguna cosa inmunda (Apocalipsis 21:27) habla de un ambiente que ansiamos, aunque nos resulte inusual.

1- ¿Quiénes no podrán entrar en la santa ciudad?

Apocalipsis 13:1, 8. Y me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia… Y le adorarán todos los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue inmolado desde la fundación del mundo. 

Apocalipsis 14:9-10. Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente, o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, el cual es vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero.

Apocalipsis 20:15. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado en el lago de fuego.

2- ¿Quiénes más son mencionados como descalificados para entrar en la santa ciudad?

Apocalipsis 21:8. Pero los temerosos e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Apocalipsis 22:15. Mas los perros estarán afuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.

1 Corintios 6:9-11. ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

3- ¿Quiénes entrarán en la santa ciudad de Dios?

4- ¿Qué otros requisitos presenta nuestro Señor Jesucristo a aquellos que desean entrar en el reino de los cielos?

Juan 3:3-5. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Marcos 16:15-16. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.  El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Nota: Nacer del Espíritu se refiere a la conversión operada por Cristo, al cambio de vida descrito en Colosenses 3 y Efesios 4:22–5:20. Se trata de la transformación que nos lleva a vivir la ética cristiana expresada en los Diez Mandamientos (Apocalipsis 14:12). Nacer del agua se refiere al santo bautismo, establecido por Jesús (Mateo 28:18,19) y válido solo si se realiza según la Biblia (Efesios 4:5).

5- ¿Qué requisitos previos al bautismo demuestran que debe administrarse a personas conscientes y no a bebitos?

Nota: Jesús mismo pidió ser bautizado (Mateo 3:13-17). La práctica de padrinos bautizando en nombre del niño no tiene base bíblica (Romanos 14:12; Ezequiel 18:20). Dios no tiene problemas con el niño inocente, sino con los adultos que han usado mal su libertad (Lucas 6:46).

6- ¿Qué instrucción de Pablo demuestra que el bautismo debe ser por inmersión?

Romanos 6:4. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo.

Nota: La palabra bautizar significa sumergir. Juan bautizaba donde había muchas aguas (Juan 3:23). Es importante porque Dios así lo estableció y representa simbólicamente el plan de salvación.

7- ¿Qué simboliza el verdadero bautismo cristiano?

Romanos 6:3-6. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

8- ¿Qué detalles del bautismo de Jesús demuestran que debe ser administrado a quienes lo piden y que debe ser por inmersión?

Mateo 3:13-17. Entonces vino Jesús de Galilea a Juan al Jordán para ser bautizado. El lugar fue el Jordán. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua.

Nota: Jesús fue sumergido, y su bautismo fue aprobado por el Padre. Este es el modelo. También en los días apostólicos se bautizaba así (Hechos 8:26-40).

9- ¿Qué debe hacer el pecador si quiere ser salvo?

Marcos 16:15-16. El que creyere y fuere bautizado será salvo.

10- ¿Qué cosa hay que creer?

Hechos 8:36-38. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y él respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó detener el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.

Nota: Pedro también dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo (Hechos 2:37-38). Ese bautismo une al creyente con la iglesia fiel (Hechos 2:41-42; Romanos 6:17-18,22).

11- ¿Qué pregunta honesta le ayudó a Pablo a hacer la mejor decisión de su vida?

Hechos 22:16. Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

12- Mi decisión: 

Señor, hago mías las palabras de las Sagradas Escrituras: ¿Qué impide que yo sea bautizado? (Hechos 8:36). Dame fuerzas, pues hoy decido bautizarme como una expresión de mi fe en ti.