Antes de que existieran imperios, religiones o sistemas de poder humano, surgió un conflicto espiritual en el cielo. Ese conflicto —basado en ideas, ambición y engaño— es la raíz de toda conspiración posterior, incluido el futuro Nuevo Orden Mundial. Para entender el plan global final, primero debemos comprender cómo comenzó todo.
Antes de Adán y Eva, antes de Babel y las naciones, la Biblia revela un conflicto celestial. No empezó con armas, sino con ideas, cuestionamientos y mentiras organizadas.
La Escritura describe su posición y naturaleza original:
(Ezequiel 28:14) “Tú querubín grande, protector; yo te puse en el santo monte de Dios; allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.”
(Ezequiel 28:15) “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.”
(Ezequiel 28:17) “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor.”
(Isaías 14:13-14) “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono… seré semejante al Altísimo.”
Explicación: Su posición privilegiada se convirtió en la plataforma para una conspiración cuyo objetivo era desplazar la autoridad de Dios y establecer un “nuevo orden” en el cielo con él como centro.
Jesús definió su estrategia principal:
(Juan 8:44) “No ha permanecido en la verdad… porque es mentiroso, y padre de mentira.”
Explicación: Satanás emprendió una campaña sistemática para instalar dudas sobre el carácter de Dios.
Su influencia fue tan efectiva que arrastró un tercio de los ángeles:
(Apocalipsis 12:4) “Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo…”
Ideas insinuadas por él:
Dios es injusto
Dios restringe la libertad
Se puede ser feliz sin obedecer
Dios no merece autoridad absoluta
Toda conspiración sigue este mismo patrón: desacreditar al verdadero líder para reemplazarlo.
La Escritura registra un enfrentamiento real:
(Apocalipsis 12:7) “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles.”
Explicación: Miguel (Cristo antes de su encarnación) enfrentó al dragón (Satanás) en una batalla por la supremacía universal. Los ángeles se dividieron entre fieles y rebeldes. El resultado:
Expulsión
Juicio
Destierro del cielo
La primera conspiración global terminó con la caída del líder rebelde.
La Biblia declara:
(Apocalipsis 12:12) “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”
Explicación: Su plan continuó con la misma estrategia:
Mentir
Disfrazar el mal como bien
Desacreditar a Dios
Prometer libertad sin obediencia
Ofrecer divinidad humana (Génesis 3:5)
El Edén se convirtió en el nuevo escenario del conflicto.
Satanás no ofreció sistemas políticos ni tecnología, sino ideas destructivas:
Introducción de duda: “¿Conque Dios os ha dicho…?”
Negación de la verdad divina: “No moriréis”
Promesa de poder absoluto: “Seréis como Dios” (Génesis 3:1-5)
Explicación: Intentó establecer un orden alternativo basado en:
Verdad alternativa
Moral alternativa
Destino alternativo
Gobierno alternativo
Este es el molde de todo proyecto global sin Dios.
La Biblia presenta dos sistemas:
El Reino de Dios
Basado en la verdad
Libertad genuina
Amor y obediencia voluntaria
Justicia y ley
Vida eterna
El Reino del enemigo
Basado en el engaño
Libertad falsa
Rebelión organizada
Manipulación
Muerte
Explicación: Toda nación, sistema o poder humano refleja —consciente o inconscientemente— uno de estos dos modelos.
Texto adicional recomendado: 1 Timoteo 4:1Antes de estudiar:
Babilonia
Roma
El papado
La ONU
El globalismo moderno
La marca de la bestia
Debemos entender el origen espiritual.
Explicación: El Nuevo Orden Mundial no surge en fechas modernas; su raíz está en la rebelión de Lucifer, el primer ser con ambición global. Todo proyecto posterior es una continuación de ese conflicto inicial.
La conspiración primordial comenzó en el cielo, no en la tierra. Lucifer quiso establecer un orden alternativo al de Dios, basado en engaño y ambición. Desde entonces, toda conspiración humana —política, religiosa o global— es simplemente la expresión terrenal del conflicto entre Cristo y Satanás. Comprender este origen es indispensable para entender el desarrollo profético y el desenlace de la historia humana.
