A lo largo de los siglos, el misterioso “cuerno pequeño” descrito en Daniel capítulo 7 ha sido motivo de intensos debates teológicos. La interpretación católica, de enfoque preterista, sostiene que esta profecía se cumplió en el pasado, identificando al cuerno pequeño con personajes como Antíoco Epífanes, un gobernante seléucida del siglo II a.C. Según esta postura, las visiones de Daniel no apuntan al futuro ni describen un poder religioso de larga duración, sino que se refieren exclusivamente a conflictos dentro del antiguo imperio greco-sirio. (Ver más sobre preterismo, futurismo e historicismo)
Sin embargo, la Biblia misma muestra un panorama muy diferente. Al comparar cuidadosamente los símbolos y los tiempos proféticos, se revela que el cuerno pequeño surge después de Roma, tiene un carácter político y religioso combinado, y persigue al pueblo de Dios durante un largo período profético. Por tanto, la evidencia bíblica apunta a un poder que trasciende los siglos y que desempeña un papel decisivo en el conflicto final entre la verdad y el error. Este estudio examina las características del cuerno pequeño según las Escrituras, demostrando que su identidad solo puede comprenderse a la luz del propio testimonio bíblico, no de las suposiciones humanas.
Saldría "entre ellos", es decir, de entre los diez cuernos (Daniel 7:8). Así que, sería un pequeño reino ubicado en algún lugar de Europa occidental.
Se levantaría del "gran mar", un término hebreo usado para designar el Mediterráneo (Daniel 7:2).
Un hombre encabezaría este reino y hablaría en su lugar (Daniel 7:8).
Erradicaría —arrancaría— tres de esos diez cuernos/reinos (Daniel 7:8).
Sería "diferente" de los diez reinos (Daniel 7:24).
Haría guerra y perseguiría al pueblo de Dios, "los santos" (Daniel 7:21, 25).
Surgiría del cuarto reino: el Imperio romano pagano (Daniel 7:7, 8).
Los santos serían "entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo" (Daniel 7:25).
"Y hablará [grandes] palabras contra el Altísimo", es decir, blasfemaría contra Dios (Daniel 7:25).
Tendría la intención de "cambiar los tiempos y la ley" (Daniel 7:25).
1- Se levantó de entre las naciones de Europa occidental. La ubicación geográfica del poder papal es Roma, Italia: una península en el corazón de Europa occidental.
2- Salió del gran mar. El papado surgió en una zona del Mediterráneo densamente poblada.
3- Un hombre encabeza este reino y habla en su lugar. El papado tiene un hombre a la cabeza, el papa, quien habla por este.
4- Arrancó tres reinos. La mayoría de los emperadores de Europa occidental apoyaron el papado. Sin embargo, tres reinos arios no lo hicieron: los vándalos, los hérulos y los ostrogodos. Los reinos católicos decidieron que estas naciones debían ser sometidas o destruidas. La historia confirma que esto tuvo lugar entre el año 476 y el 538 d. C.
5- Era (y continúa siendo) diferente de los otros reinos. El papado entró en escena, ante todo, como un poder religioso, en contraste con la naturaleza secular de los otros diez reinos.
6- Hizo guerra y persiguió a los santos. Admite que persiguió a los herejes, especialmente durante la Edad Media y la Inquisición española. Los historiadores estiman que ha dado muerte a no menos de 50 millones de personas por asuntos que tienen que ver con la fe.
7- Surgió del cuarto reino: la Roma pagana. "La poderosa Iglesia Católica era poco más que el Imperio romano [bautizado]. [...] La misma capital del antiguo imperio se convirtió en la capital del imperio cristiano. El cargo de Pontifex Maximus fue perpetuado en el cargo de Papa" (Alexander Clarence Flick, The Rise of the Mediaeval Church and Its Influence on the Civilisation of Western Europe from the First to the Thirteenth Century [Nueva York: G.P. Putnam's Sons, 1909], 148, 149).
8- Subyugó al pueblo de Dios durante un "tiempo, y tiempos y medio tiempo".
Es necesario aclarar varios aspectos aquí: En el idioma original, arameo, "un tiempo" denota un ciclo completo de las estaciones, también conocido como un año; "tiempos" es un par de años y "medio tiempo" es la mitad de un año. Por lo que la Nueva Versión Internacional lo traduce como: "tres años y medio" (Nueva Versión Internacional, Bíblica, 2015).
Este mismo período de tiempo se menciona siete veces en los libros de Daniel y Apocalipsis (Daniel 7:25; 12:7; Apocalipsis 11:2, 3; 12:6, 14; 13:5): tres veces utiliza la expresión "un tiempo y tiempos y medio tiempo"; dos veces usa 42 meses; y dos veces aparece como 1,260 días. Basado en el calendario lunar de 30 días usado por el pueblo judío, con un total de 360 días al año, todos estos períodos representan la misma cantidad de tiempo: 3 años y medio = 42 meses = 1,260 días.
Un día profético equivale a un año literal (Ezequiel 4:6; Números 14:34). Por lo tanto, el "cuerno pequeño" ejercería poder sobre los santos durante 1,260 días proféticos, es decir, 1,260 años literales.
El reinado incuestionable del papado comenzó en el 538 d. C., cuando el último de los tres reinos contendientes arianos fue arrancado, permitiendo que el decreto del Emperador Justiniano en el 533 d. C. entrara en vigor. Su dominio continuó hasta el año 1798, cuando Berthier, general del ejército de Napoleón, tomó cautivo al papa Pío VI y destruyó el poder político del papado. Este período de tiempo, la Edad Media, es el cumplimiento exacto de la profecía de los 1,260 años.
9- Habla palabras de blasfemia contra Dios. La blasfemia tiene dos definiciones principales en las Escrituras:
Adjudicarse el derecho de perdonar pecados (Lucas 5:21).
Hacerse pasar por Dios (Juan 10:33).
¿Reconoce estas prerrogativas en el papado? Sí. Veamos primeramente la evidencia que confirma el derecho que se adjudica el papado de perdonar pecados, tomada directamente de su propia literatura:
«¿Perdona el sacerdote verdaderamente los pecados o solo los declara perdonados? El sacerdote perdona real y verdaderamente los pecados en virtud del poder otorgado por Cristo». (Joseph Deharbe, S.J., A Complete Catechism of the Catholic Religion, trad. John Fander [Nueva York: Schwartz, Kirwin & Fauss, 1912], 279).
Mediante su sistema de confesión, por medio del cual las personas confiesan sus pecados a un sacerdote que perdona e impone penitencia, estos hombres, en esencia, toman el lugar de Jesucristo nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 3:1; 8:1, 2) y único Mediador (1 Timoteo 2:5).
Esta evidencia se hace aún más patente en la afirmación del papado de ser Dios:
«Nosotros [los papas] ocupamos en esta Tierra el lugar del Dios Todopoderoso». (Las Grandes Cartas Encíclicas del papa León XIII, Carta Encíclica [Nueva York: Benziger Brothers, 1903], 304).
«El papa no es solo el representante de Jesucristo, sino que es Jesucristo mismo, oculto bajo el velo de la carne». (Catholic National, julio de 1895).
Tiene la intención de cambiar los tiempos y la ley. En otro artículo analizaremos el término "tiempos" en este contexto, pero ¿qué indica el cambio de "ley"? Aquí se refiere a la ley de Dios. Por supuesto, nadie puede cambiar su ley, pero ¿ha intentado el papado hacerlo? Sí. En sus catecismos, la Iglesia Católica ha omitido el segundo mandamiento contra la idolatría, ha acortado y cambiado el significado del cuarto y ha dividido el décimo mandamiento en dos.
No cabe la menor duda que el poder del "cuerno pequeño" de Daniel 7 es el papado. En ninguna otra organización se representan tan bien estos diez puntos.
La Biblia enseña que no debemos postrarnos ante las estatuas. Éxodo 20:4, 5
La Iglesia Católica Romana dice que debemos postrarnos ante las estatuas (1192).
La Biblia enseña que todos menos Jesús hemos pecado. Romanos 3:10, 12, 23; Hebreos 4:15
La Iglesia Católica Romana dice que María nunca pecó (493, 966).
La Biblia enseña que Jesús es el único Mediador entre el hombre y Dios. 1 Timoteo 2:5
La Iglesia Católica Romana dice que María es co-mediadora con Cristo (969).
La Biblia enseña que Cristo se ofreció como sacrificio en la cruz una vez y para siempre. Hebreos 7:27, 28; 10:10
La Iglesia Católica Romana dice que los sacerdotes sacrifican a Cristo en el altar en cada misa (1365).
La Biblia enseña que todos los cristianos son santos y sacerdotes. Efesios 1:1; 1 Pedro 2:9
La Iglesia Católica Romana enseña que los santos y sacerdotes son una casta especial dentro del cristianismo (956, 1552).
La Biblia enseña que no debemos llamar "padre" a ningún líder religioso. Mateo 23:9
La Iglesia Católica Romana enseña que podemos llamar "padre" a los sacerdotes y al papa. La palabra "papa" se deriva de la palabra italiana que designa "padre": pappas (10, 1161, 1375, 1446, 2066).
La Biblia enseña que las oraciones no deben ser vanas repeticiones. Mateo 6:7
La Iglesia Católica Romana dice que se debe rezar el Padrenuestro o el Ave María repetidamente (página 897).
La Biblia enseña que solo se confiesan los pecados a Dios porque Él es el único que puede perdonar. Isaías 43:25; Lucas 5:24
La Iglesia Católica Romana predica que delamos confesar los pecados a un sacerdote para obtener perdón (1456).
La Biblia enseña que los muertos nada saben y no tienen parte en lo que se hace hasta la segunda venida de Cristo. Eclesiastés 9:5, 6; 1 Tesalonicenses 4:16; Apocalipsis 20:5
La Iglesia Católica Romana enseña que el purgatorio existe y que debemos orar por los muertos (962, 1031).
La información en esta página fue tomada del Catecismo de la Iglesia Católica, 2ª ed. (Vaticano: Librería Editrice Vaticana, 2012). Salvo que se indique lo contrario, los números citados tras cada exposición corresponden a párrafos que aparecen en el Catecismo.Aunque para algunos parece que son enseñanzas nuevas, la doctrina que afirma que el papado es el Anticristo ha sido impartida a la cristiandad a lo largo de la historia por teólogos respetados. A continuación, presentamos algunas citas escogidas sobre el Anticristo que revelan la veracidad de esta enseñanza.
«El papa es el Anticisto, y se ha exaltado a sí mismo sobre todo y se ha opuesto a Cristo. Y no permitirá que los cristianos se salven sin su poder, que no solo es fútil, sino que no ha sido ni ordenado ni mandado por Dios» (Artículos de Smalcald, 1I, IV).
«Es cierto que el Pontífice de Roma se ha adjudicado impúdicamente las características más peculiares de Dios y de Cristo, y no cabe duda de que es el lider y el portaestandarte de un reino impío y abominable. [...] Aunque el papa, que es el Anticristo, se ha establecido en el santuario de Dios [...] no es digno que se lo llame ministro» (Instituciones de la Religión Cristiana, Vol. 4).
«En la vida de Cristo contemplamos lo contrario de lo que el Anticristo es; y en la profecía del Anticristo se nos muestra lo contrario de lo que Cristo es, y fue. Y cuando colocamos el papado en medio de ambos, y lo comparamos con uno y el otro, confirmamos, por un lado, que es el opuesto perfecto de Cristo tal y como lo vemos en su vida; y, por el otro lado, que es la imagen perfecta del Anticristo como se lo presenta en las profecías. Concluimos, pues, que si Jesús de Nazaret es el Cristo, el Papado Romano es el Anticristo» (El papado es el Anticristo, una demostración).
«Ciertamente, hablando en términos claros; no sea que nos sometamos a Satanás pensando que nos sometemos a Jesucristo; porque, en cuanto a su iglesia romana, corrupta como es, y su respectiva autoridad, sobre la cual se ancla la esperanza de su victoria, no tengo duda de que esta es la sinagoga de Satanás, y que quien la dirige, el papa, es el hombre de pecado, de quien habla el apóstol» (La Historia de la Reforma en Escocia).
«De lo cual se deduce que Roma es la sede del Anticristo y el papa mismo es el Anticristo. Podría probar esta aseveración con muchos otros pasajes de las escrituras [...] y con razones de peso» (The Works of Thomas Cranmer, Vol. 1).
«[El papa] es [...] el hombre de pecado, ya que intensifica todo tipo de maldad más allá de toda mesura. Y también es, con acierto, llamado el hijo de perdición porque ha causado la muerte de incontables muchedumbres, tanto de oponentes como de seguidores, ha destruido un sin número de almas, y él mismo perecerá por la eternidad. El [...] se exalta a sí mismo sobre todo lo que se llama Dios, [...] reclamando el supremo poder, el más alto honor; permitiéndose no una sola vez ser llamado Dios o el sustituto de Dios. De hecho, esta jactancia está implícita en su ordinario título, Santísimo Señor o Santísimo Padre. De modo que se sienta — coronado [...] declarándose a sí mismo Dios— reclamando las prerrogativas que pertenecen sólo a Dios» (Notas explicativas sobre el nuevo Testamento).
«Es deber [...] de todo cristiano orar en contra del Anticristo, y ningún hombre en su sano juicio debería poner en duda lo que representa el Anticristo. No es posible adjudicar este nombre a ninguna otra institución o ser en el mundo [...] sino al papado de la Iglesia de Roma. Si un gran revuelo se alzase por motivo del Anticristo, ciertamente esta iglesia se convertiría en la primera sospechosa y no debería dársele rienda suelta, porque representa con precisión la descripción dada del Anticristo. El papado [...] está en contra del evangelio de Cristo y es el Anticristo. Debemos orar contra él. Debería ser la oración diaria de todo creyente que el Anticristo sea arrojado como piedra de molino en medio del torrente [...] porque hiere a Cristo, porque le roba su gloria, porque pone los ritos sacramentales en lugar de la expiación de Dios; y reemplaza al Salvador por un trozo de pan y al Espíritu Santo por unas gotas de agua; y pone a un mero hombre falible como nosotros, a ejercer como vicario de Cristo en la tierra» (Ora por Jesús, 1866).
Luego de haber considerado estos datos proféticos, queda claro que la Biblia misma revela la verdadera identidad y el papel del cuerno pequeño de Daniel 7 dentro del gran conflicto entre Cristo y las fuerzas del error. Sin embargo, este tema es solo una parte de un panorama profético mucho más amplio. Te invitamos a seguir profundizando en temas relacionados, explorando los siguientes estudios bíblicos:
El Anticristo: un análisis detallado de las profecías de Daniel y Apocalipsis que identifican el poder religioso que se opone a Dios.
El Juicio Comenzó en 1844: estudio profético que explica el cumplimiento de los 2300 días y el inicio del juicio celestial.
El Mensaje de los Tres Ángeles: una guía para comprender el último llamado de Dios al mundo según Apocalipsis 14.
La Marca de la Bestia: un estudio que muestra la diferencia entre la obediencia verdadera y la falsa adoración.
El Único Dios: para entender quién es realmente el Dios de la Biblia y cómo se relaciona con su Hijo Jesucristo.
Cada uno de estos estudios te ayudará a ver cómo las profecías se conectan entre sí y cómo Dios ha revelado su verdad para nuestro tiempo.